Con la ratificación del Acuerdo de París por parte de Estados Unidos y China, los dos contaminantes más grandes del mundo, existe una posibilidad real de que salvemos al planeta. Sin embargo, existe un fenómeno natural que nos ha estado salvando hasta ahora: los océanos han evitado que la Tierra se caliente 36°C.
Los océanos han evitado que la Tierra se caliente 36°C
Los océanos han evitado que la Tierra se caliente 36°C porque funcionan como una esponja para el dióxido de carbono. Como la atmósfera, los bosques, el suelo y las rocas, son capaces de absorberlo gracias a la fotosíntesis del plancton y a reacciones químicas en el agua. La diferencia es que son los más potentes en ello, pues han absorbido más del 90% del calor generado por la actividad humana. Precisamente porque han absorbido alrededor de 36°C durante los últimos 100 años, es que nos enfrentamos a un aumento de alrededor de 1°C en las temperaturas. Es decir, de no existir, ya hubiéramos rostizado el planeta desde hace tiempo.
Si bien 2100 se vislumbra muy lejano todavía, lo cierto es que los océanos ya no pueden mantenernos el ritmo incluso hoy. La mayor parte del dióxido de carbono que absorben está empezando a escapar. Como un océano más cálido retiene menos dióxido de carbono que uno más frío, cada vez liberarán más de este gas en la atmósfera. Con mayores temperaturas, gigantescas reservas de metano congeladas en el Ártico se derretirán, fugándose también. El metano es más potente que el CO2, lo que alimenta el círculo vicioso de altas temperaturas > océanos más cálidos > más gases de efecto invernadero en la atmósfera. ¿Podrá el Acuerdo de París desactivarlo antes de que destruyamos la esponja más grande de dióxido de carbono que tenemos?
Fuente:
The Guardian (2016). Soaring ocean temperature is ‘greatest hidden challenge of our generation’.