¿Cómo hacer leche de almendras?
Para Biorígenes, la leche de almendras es el mejor sustituto de leche. Al contrario de lo que podamos creer, sobre todo por campañas como “Got Milk?” o con mitos del tipo “necesitas el calcio”, la leche convencional es verdaderamente perniciosa para la salud al grado de que está relacionada con cánceres dependientes de hormonas. De hecho, una alimentación saludable no contiene lácteos, según Harvard, conclusión a la que esa universidad llegó con base en sus propias investigaciones y sin hacer caso a los cabilderos de la industria.
La leche de almendras, por su parte, carece de colesterol y lactosa al no ser un producto de origen animal. Además, es rica en fibra, la antioxidante vitamina E y minerales como magnesio y cobre, poseyendo incluso tanto o más calcio que la leche. Mientras en tiendas puedes encontrar versiones comerciales de este producto, cargadas de azúcar, minerales sintéticos y conservadores, la leche de almendras casera es realmente un alimento rico y nutricionalmente valioso.
¿Cómo hacer leche de almendras?
Hacer leche de almendras es bastante sencillo. Para hacer 1 litro de este alimento necesitarás:
- Cuatro tazas de agua
- Media taza de almendras
- Cuatro cucharadas de miel (1 cucharada = 15 mililitros)
- Un filtro de tela, o un retazo de tela manta de cielo o muselina
- Una licuadora
- Un recipiente
- Una jarra o frasco, de preferencia de cristal, con tapa
Estos son los pasos a seguir:
1. Remojar
1. Remoja las almendras desde la noche anterior, por 8 horas. En este proceso despertarán de su letargo, pues efectivamente iniciarán el proceso de germinación. En él, las almendras eliminarán el ácido oxálico que las protege y empezarán a liberar los nutrientes que, como semillas de un árbol, necesitan para crecer. Puedes conocer más de los beneficios de este proceso leyendo ¿Para qué sirve germinar granos y semillas?. Sumergir estas semillas en agua por varias horas también las hará más blandas, por lo que serán más fáciles de licuar. A la mañana siguiente, notarás que las almendras están hinchadas y jugosas. ¿Qué versión de esta semilla se ve más nutritiva? Desecha el agua utilizada; no es apta para beber.2. Vertir
2. Vierte las almendras en la licuadora, y las cuatro tazas de agua (o un litro). En este paso también puedes endulzar el producto con las 4 cucharadas de miel. Aunque el estándar que Biorígenes recomienda es el de una cucharada miel por cada taza de agua, en realidad puedes emplear más o menos de este endulzante natural a tu gusto. También puedes experimentar intentando endulzar la leche de almendras con azúcar mascabado, miel de agave, estevia, vainilla o dátiles. Si quieres que tenga un sabor diferente, también puedes intentarlo con cacao en polvo, fresas o plátano. Este blog desaconseja el uso de edulcolorantes sintéticos, como sucralosa (Splenda), aspartame (Canderel, NutraSweet, o EqualSweet) o sacarina (Sweet'N Low) para endulzar éste y cualquier otro alimento.3. Licuar
3. Licúa el agua, las amendras y los endulzantes de tu elección por un minuto. Te darás cuenta que el líquido rápidamente se vuelve blanco, y que generará una espuma que asciende rápidamente. Deja reposar la mezcla por un minuto, para que los sólidos de las almendras puedan descender a las navajas de la licuadra. Repite el proceso por un minuto más. Al acabar vuelve a dejar reposar la mezcla por unos minutos, para que se estabilice. El resultado final será un líquido blanquecino, cremoso y espumoso, en el que también verás flotando trazas de almendras y porciones muy pequeñas de la cáscara que las rodeaba. Puedes aprovechar el espacio entre el primer minuto en que se licúa la mezcla y el segundo, por ejemplo, para seguir experimentando con los endulzantes. Si no los vertiste en el paso anterior, o si vertiste cantidades pequeñas por cautela, prueba el líquido en este momento y decide si el nivel de dulzura es suficiente o puede ser mayor.4. Filtrar
4. Filtra la leche de almendras vertiéndola al recipiente, que deberá tener encima el filtro de tela. Notarás que la mayor parte de la leche de almendras será filtrada sin problemas, mientras que los sólidos (las almendras licuadas y la cáscara) tenderán a permanecer dentro del filtro. Para obtener la mayor cantidad del líquido, aprieta y exprime el filtro. Una vez que hayas filtrado toda la leche, viértela, a su vez, en la jarra o frasco con tapa.5. Disfrutar
5. Disfruta la leche de almendras que acabas de preparar 🙂 Éste es un alimento vivo, al contrario de la leche pasteurizada, por lo que está a reventar de nutrientes y enzimas benéficas. Después de todo, este líquido viene de semillas que estaban en proceso de germinación: imagina toda la vida de un árbol en potencia dentro de ti. Por lo tanto, al ser un medio que promueve la vida, la leche de almendras se fermenta rápidamente. Asegúrate de almacenarla tapada en el refrigerador, donde permanecerá en buen estado hasta unos 7 días. Mezcla gentilmente la leche de almendras la siguiente vez que te vayas a servir, pues puede que se haya separado tras haber pasado varias horas en reposo. Los restos de almendra licuadas, que quedaron dentro del filtro, puedes almacenarlos en el congelador para que duren la mayor cantidad de tiempo posible. La grasa se oxida rápidamente, y es posible que las almendras se pongan rancias con esta misma velocidad si las almacenas en el refrigerador. Puedes comer estas almendras licuadas sin ningún problema, ya sea solas, en cereal, o deshidratándolas para hacer galletas o intentando otras recetas.
Imágenes: Angela Liddon (2013).